Las elecciones del 29 de junio desnudaron el desgaste del proyecto político encabezado por el gobernador Maximiliano Pullaro, la coalición oficialista Unidos para Cambiar Santa Fe sufrió un contundente revés en los principales distritos de la provincia. Lejos de capitalizar su liderazgo, los resultados revelan una pérdida de sintonía entre el discurso de renovación y la percepción ciudadana.
Derrotas en las cabeceras urbanas
- Rosario: El justicialismo y sus aliados sumaron el 39,82 % de los votos válidos, mientras que La Libertad Avanza obtuvo el 28,51 % y Unidos se conformó con un tercer puesto del 25,34 %. Es preciso subrayar que apenas el 48,16 % de los 817.149 electores habilitados acudió a las urnas, un índice de participación que evidencia la apatía y el desencanto en el principal distrito de la provincia.
- Rafaela: La tendencia se repitió en la ciudad del oeste provincial, donde Más para Santa Fe (PJ) consiguió el 35,56 % de los sufragios; La Libertad Avanza, el 28,66 %; y Unidos, el 23,07 %. Allí, la concurrencia alcanzó el 52,40 % del padrón.
- Reconquista: El “vaso medio vacío” se materializó con un 36,13 % para Más para Santa Fe, un 30,10 % para Unidos y una participación del 45,36 %. Otra derrota municipal que confirma el retroceso de la marca Pullaro.
- Otras localidades: Vera, San Justo, Sastre, San Cristóbal, Puerto General San Martín, San Lorenzo y Villa Gobernador Gálvez. Pese a que el mandatario provincial asumió un rol protagónico y se puso al frente de la campaña, no logró torcer la tendencia adversa en las cabeceras municipales más relevantes de la provincia.
Entre la propaganda y la realidad
Las grandes pautas publicitarias oficiales, con énfasis en un supuesto triunfo en “236 de las 319 elecciones de cargos”, colisionan con los datos del escrutinio definitivo. El discurso de “victoria contundente” no se sustenta ni en Rosario, ni en Rafaela, ni en Reconquista, ni en el cómputo global. Más bien pone en evidencia un uso de la comunicación más orientado a reconstruir el relato que a responder a los resultados reales.
Hacia una estrategia de reconexión
De cara al futuro, el oficialismo enfrenta varios desafíos:
- Revisar la estrategia de comunicación: Pasar de la exaltación propagandística a la transparencia de datos y al diálogo con la ciudadanía.
- Fortalecer la gestión: Mostrar avances tangibles en seguridad, obras públicas y servicios antes de emprender nuevas inversiones mediáticas.
- Reconectar con el electorado urbano: Comprender las demandas específicas de barrios y ciudades para revertir el desapego señalado por la baja participación.
La jornada del 29 de junio dejó claro que la “Pullarización” de la vida santafesina—es decir, la personalización de la política en torno al gobernador—no se ha traducido en un crecimiento de su influencia, sino en su agotamiento. El desafío de Unidos para Cambiar Santa Fe será reconstruir ese vínculo con la sociedad, reconociendo fracasos y ofreciendo propuestas creíbles que puedan recuperar, al menos, el 67,6 % de votantes que optaron por otras alternativas.
